Hoy en día, las rutinas de gestión son esenciales. Te explicamos su importancia y cómo conseguir que influyan positivamente en el día a día de los empleados.
Las rutinas de gestión, las revisiones y los cara a cara, a veces denominados "rituales de gestión", son momentos clave para la creación de equipos. Ofrecen una oportunidad para la comunicación, para establecer una estructura, organizar las acciones que hay que emprender o las decisiones que hay que tomar, o incluso para poner de relieve los logros alcanzados. Pueden tener lugar de forma individual o colectiva y con la frecuencia que se desee (anual, mensual, semanal o diaria). Los tipos más comunes son las revisiones profesionales individuales -como las evaluaciones individuales o 1 a 1- y las reuniones de equipo tradicionales.
Las revisiones individuales son esenciales y permiten reconocer el valor del papel de los empleados y motivarles, ayudarles a orientarse, crear con ellos hitos futuros y examinar los pasados.
De cara al futuro, es necesario adaptar estas rutinas a cada empleado, ya que serán diferentes para cada persona. Pueden ser más ocasionales, más largas, más formales, más directas o totalmente lo contrario, en función de la autonomía y las necesidades del empleado.
Es posible que estas rutinas deban llevarse a cabo más a menudo si la persona trabaja a distancia, lo que dará lugar a controles más frecuentes.
Estas revisiones son una oportunidad para que el empleado exprese ciertas peticiones o temas que no plantearía necesariamente en entornos de grupo o en un tiempo de trabajo dedicado.
Algunas entrevistas son más "importantes" que otras, sobre todo las evaluaciones anuales, por ejemplo.
Definida como una entrevista de fin de año, esta reunión es una oportunidad para echar la vista atrás y obtener comentarios sobre el rendimiento laboral.
Es una evaluación del año pasado y es el momento de crear un plan de acción y objetivos para el año siguiente. Es un momento esencial tanto para el directivo como para el empleado, que no debe descuidarse y debe prepararse bien.
Las rutinas de gestión colectiva, y en particular los controles semanales, son las más conocidas.
Al comienzo de la semana es habitual programar una reunión de control, más o menos larga, para poner en marcha al equipo, hacer balance, establecer nuevos objetivos y fijar prioridades.
También es una oportunidad para comunicarte con tu equipo y reforzarlo, hablar de decisiones y dar otro tipo de información.
Además de estos controles semanales, otros "rituales" más formales (reuniones de equipo, evaluaciones anuales, seminarios, etc.) permiten debatir objetivos más amplios, presentaciones y revisiones más largas. No se trata tanto de analizar ciertos detalles, sino de centrarse más en cuestiones estratégicas, como la visión a largo plazo, por ejemplo.
Sara Kalick afirma que "cuando das permiso a tus empleados para ser ellos mismos, su pasión e imaginación se vuelven muy poderosas".
Procure que la reunión no dure demasiado para que los empleados no la consideren tediosa o una pérdida de tiempo.
Tanto si la reunión es en persona como por videollamada, puede hacerla menos formal celebrándola en un entorno más social, quizás tomando un café o almorzando.
Estos "rituales" de gestión son poderosos momentos de conversación, reflexión y creatividad, de ahí su nombre. Klara es una solución basada en la retroalimentación que le permite implementar rutinas de gestión, revisiones y reuniones 1 a 1 impactantes, y le ayuda a "ritualizarlas" haciéndolas más organizadas y regulares. Haga clic aquí para descubrir nuestra plataforma.
Es una buena idea tomarse el tiempo necesario para recontextualizar lo que su equipo necesita y debe hacer para alcanzar el objetivo general. Sin embargo, es importante no convertir estas reuniones en un mero reflejo automático que se convierta en una formalidad excesiva. Déjese llevar por la imaginación y haga que estas reuniones sean motivadoras.
¿Quieres saber cómo Klara puede ayudarte con las revisiones de gestión y las reuniones 1 a 1? Empieza ahora